Antecedentes


     El ejercicio de retroceder en el tiempo a través de un recorrido que implique visitar sitios en donde se gestó el pasado personal, permite conectarse directamente con sucesos que, tal vez, la memoria ha velado con su fragilidad. Supone un volver sobre los pasos dados para revivir, temporalmente, visiones de recuerdos que la mente atesora dada su influencia en el modo de concebir ciertas ideas, en el presente.

 

      La casa materna alberga espacios físicos que contienen los ecos de una infancia lejana. La mirada en busca de recuerdos se topa con rincones cuyas oquedades constituían el escenario perfecto para el montaje de historias creadas por una mente infantil: la zona bajo la escalera de madera, sus peldaños y la pequeña ventana construida en la pared que conectaba dos estancias diferentes: el comedor y la cocina. Vuelve, a la mente y el cuerpo, una arraigada sensación de pertenencia que desafía la noción de temporalidad. El modo en el que una mente infantil habitó un rincón trasciende los años a través de un recuerdo evocado en el presente.